Praga, Viena y Budapest

La semana anterior estuve haciendo con mis padres y mis hermanas un circuito por las ciudades imperiales. La primera ciudad que visitamos fue Praga. A la mayoría de las personas nos cambiaron del hotel Panorama ( como dice mi padre Paronamic), algunos al Majestic en pleno centro, pero sin aire acondicionado. A nosotros no pusieron en el Courtyard, estaba muy bien, en el centro, con aire acondicionado y buena comida. El hotel Panorama estaba lejísimos del centro, con ventiladores y además sin croissants.

Nos hicimos amigos de dos personas mayores: Sagrario y Juan. Había una familia con dos hijos, un chico y una chica ( Paula y Juanma). La mayoría de la gente pensaba que los dos hijos eran novios. También conocimos a Rosa e Irene, aunque no hablaran mucho me lo pasé bien con ellas.



Praga es una ciudad preciosa, con unos edificios increíbles. Uno de los lugares que más me ha gustado es el puente de Carlos. Hay una iglesia, donde desde arriba se puede ver toda la ciudad. De noche es increíble.
Visitamos un pueblo llamado Carlovy Vary que estaba un poco de lejos de Praga. Allí había unas fuentes de aguas naturales de mercurio. Cada fuente tenía distinta temperatura, desde 18 grados hasta una de 60 grados. Decían que era buena para la digestión pero aún así estaba malísima. Nos bañamos en una piscina desde se podía ver todo el pueblo. Carlovy Vary es precioso, pero muy caro.

El jueves nos tuvimos que levantar a las seis de la mañana para irnos a Viena, la mayoría de la gente estaba durmiendo en el autobús. Mis hermanas y yo nos montamos en una noria, con la familia de Irene. El paisaje es precioso.



Viena no esta mal, pero a mi no me ha gustado mucho. Estuvimos en el museo de las ciencias. Paseamos por el Nes Mark, un mercado lleno de diferentes productos exportados.
Probamos los bombones de Mozart, están buenísimos. Cenamos en el jardín de un restaurante, los jovenes en una mesa y los viejos en otra. No lo pasamos muy bien, hicimos un coctel, que mejor no probarlo y comimos una especie de de tomate pequeño que era muy picante.
Al día siguiente teníamos que ir a Budapest. El parlamento, es un edificio increíble.

Estuvimos en uno balnearios, había unas piscinas que te lleva la corriente, la temperatura de las piscinas son desde 18 hasta 40 grados. Tres piscinas a cubierto, en una de ellas se jugaba al ajedrez y siete piscina dentro del edificio, con sauna y hospital.
Antes del balneario tomamos café, en el Cafe New York. Es un edificio con estilo neogótico y barroca.
Los vagones del metros eran muy antiguas, hasta chirrían,
Budapest, es una ciudad enorme. Que pena, no haber estado más tiempo en ella.