Amsterdam








Nada más llegar a Amsterdam mis padres estaban desesperados al no poder contactar con el dueño del apartamento que habíamos alquilado, lo que pasaba que se les habían olvidado poner los cuatro primeros números (0034) para poder llamar. El apartamento era genial, grande.Estaba en el barrio judío cerca del Museo de la historia judía y a diez minutos del centro. Amsterdam es una ciudad preciosa, sobre todo los canales.
El primer día dimos una vuelta por la ciudad y vimos el Museo de cera, en el cual pasamos un buen rato.




También visitamos el Museo de Van Gogh y el Rijkmuseum. Los museos estaban muy bien, aunque en el de Van Gogh tenías que estar apretujado para poder ver algunos de sus cuadros. Hicimos una excursión a las afueras de Amsterdam, más concretamente a Volendan, Marken y otra cuyo nombre no me acuerdo, donde se hacía los quesos más famosos de Holanda y tenía un paisaje precioso con los molinos. En Volendan tomamos pescado frito y aprendimos como se hacían los zuecos en Marken.




Para el sábado compramos unos tickets para las 24 horas y podías coger cualquier ruta que había, lo malo es que no avisaron que ese día solo había una ruta por el Festival Gay así que hicimos un paseo y pudimos ver algunos de los barcos del festival.
El Festival Gay de Amsterdam es considerado unos de los mejores festivales gay del mundo y no me extraña. Todas las noches había conciertos en Rembrandtplein y en discotecas y bares que sacaban los equipos de música a las calles . El sábado desfilaban barcos de distintos tipos, con gente bailando, música de todos los estilos y bebidas, la fiesta duró hasta por la noche. El festival fue impresionante, me lo pase genial, hice más fotos del festival que de Amsterdam.




El domingo por la mañana vimos la casa de Ana Frank, donde contaba su vida y cosas sobre el diario. La cola de una hora y media por lo menos se nos hizo más llevadera al encontrarnos con una pareja española. También estuvimos en el Palacio y en el Museo de Historia.
El lunes por la mañana visitamos la casa de Remblandt, en la cual nos explicaron como se hacían los colores para pintar y como vivía el pintor. Luego estuvimos en el Museo de la Resistencia y en el Museo de Historia Judía, que explicaba como llegaron los judíos a los Países Bajos y conocí a Espinosa, considerado el primer judío moderno al no pertenecer a ninguna comunidad.



El Martes antes de coger el avión vimos el FOAM ( Museo de Fotografía). Me gustó mucho, sobre todo una foto en la que sale Bruce Sprigteen. También compramos nuestros regalos: una camiseta para Clara, una queso para María, un zueco para mi padre, un paquete de bulbos para mi madre y una chapa para mi.Aparte de todo esto paseamos por el famoso Mercado de la Flores que le encantó a mi madre y mi hermana, María, no paraba de enumerar todos los chicos guapos que veía.



Una hora antes de entrar en el avión, Clara se tomó medio litro de cafeína. Ya por si sola es muy pesada, añadiéndole que se bebió cocacola, el viaje duraba dos horas y encima la tenía que aguantarla yo, no pude ni echarme una siesta. De milagro se durmió cuando llegamos a casa.



















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