Un poco de todo

Don Pablo, consternado y melancólico, viajaba noctámbulo hasta el purgatorio cuando se dio cuenta que daba igual cuantas veces fuera porque no tenía ningún problema con dios, sino con él mismo. Así que dejó la botella a un lado y decidió cambiar por su propio bien. Inicio de Rubén.

La única puerta que me dejan abrir es la de la ignorancia. Pero eso no quiere decir que no vaya a pasar por la del conocimiento y la de tus pensamientos. Inicio de Denise.

La calle que abandonada está sin ruidos sin pasos ni personas que a ellos pudieron dar lugar, solo nuestro amigo peludo y con ojos grandes, contempló la peor acción que haya podido hacer el hombre en todo este tiempo. Inicio de Jare.

Aún sabiendo lo que le esperaba levantó su puño orgullosa y con una mirada fría observó a las personas, que intentarían quitarle su libertad.

Aún sabiendo lo que le esperaba levantó su puño orgullosa y con una mirada fría observó a las personas, que intentarían quitarle su libertad.

Mientras flotaba en el solitario espacio imaginaba como sería volar fuera de ese aburrido lugar. Hasta que una voz lo despertó devolviéndolo a la realidad. Inicio de Álvaro.

Erase una vez una historia poco corriente y cortés donde los altos aceptaron sus errores,. dejando las cosas en las manos de los bajos. Inicio de Grave.

Un lúgubre rayo de sol entró por la fisura de la habitación, cuando se estaba vistiendo y la observaba, dormida entre las sabanas. Frase de Rocío.

El trigo estaba amarillo pero no se vendió, hasta que lo cogieron con unos guantes y lo dejaron liso y hermoso. Frase de Manuel.

Flores tardías marchitaban a la entrada de la estación otoñal, mientras una pintura las dibujaba. Al mismo tiempo que le llovían recuerdos de ese jardín durante su niñez. Frase de Jorge.

Contempló con una mirada fría el acontecimiento que presenciaron sus ojos, desde su silla de ruedas y con gran impotencia. Al saber que no podía hacer nada por salvar la vida de su amigo de cuatro patas. Frase de Ale.

Su respiración cesó de repente justo después de que su mano temblorosa y arrugada, terminará de escribir el relato de toda una vida. Frase de Rocío.

El tribunal apreció cierta rigidez en su mirada, hasta que le comunicaron que podía seguir viviendo en su casa. En ese momento no pudo contener las lágrimas al ver a su familia y a la gente que le apoyó.